El arte de la tamalada

Tamalada preparada - Una mesa de hojas de maíz rellenas de pollo
Según "La Mera Mera Tamalera" aka Dra. Ellen Riojas Clark, Profesora Emérita, UTSA

Una tamalada es una fiesta de elaboración de tamales y mucho más. "Es un esfuerzo de colaboración con una base histórica y cultural. Es el resultado de miles de años de evolución", dice la Dra. Clark, que ha organizado tamaladas en San Antonio, Texas, durante los últimos 40 años. "No se puede hacer una tamalada sin historia, sin cultura, sin familia y sin amigos". Aunque no hay reglas cuando se trata de tamaladas, hay tradiciones, y la Dra. Clark tuvo la amabilidad de compartir algunos de los rituales que ella y su familia han llegado a adoptar a lo largo de los años.

NECESITAS MUCHAS MANOS QUE TE AYUDEN

Es un proceso de aprendizaje, así que invita a cualquiera que quiera participar. Yo fui profesor durante cuarenta años, así que, además de invitar a familiares y amigos, también invité a estudiantes. Si eres nuevo en esto, empieza con un grupo pequeño, no más de seis personas. Querrás ir descubriendo el proceso. Si hay demasiada gente, se lía todo.

PREPARA LOS RELLENOS CON ANTELACIÓN

Yo siempre hago pollo y cerdo, y los congelo con antelación para que el día de la tamalada, en realidad estemos ensamblando en lugar de cocinando. Además, cada año hago un concurso para inventar un tamal nuevo. Mi nieta es vegetariana, así que a veces improvisamos algo como un sencillo tamal de frijoles, queso y jalapeño.

PREPARA EL ESCENARIO

Para mi masa, utilizo cazuelas de barro. A veces uso mi batidora de pie para preparar la masa, pero la transfiero al barro cuando llega el momento de armarla, ya que creo que es importante no sólo usar estas herramientas hermosas y tradicionales, sino también sentir la masa con el calor de las manos.

NO DUDES EN VESTIRTE

En mi familia llevamos pendientes y delantales bien almidonados. De hecho, es el único día del año que me pongo delantal. También me pinto siempre los labios. Es un acto formal e informal y, si te arreglas, honras la tradición.

EMPIEZA TEMPRANO, PERO NO DEMASIADO TEMPRANO

Me gusta invitar a la gente a venir sobre las 10 de la mañana. Así tienes tiempo de remojar las hojas y calentar los rellenos en el horno. La gente llegará tarde y se irá pronto, y no pasa nada. Pide a tus invitados que traigan una olla para que puedan llenarlas de tamales y llevárselos a casa para cocinarlos si no hay suficiente espacio en tu estufa.

TUS TRABAJADORES NECESITAN ALIMENTACIÓN

Yo siempre pongo un pavo y un jamón, refrescos y tequila. Es una ocasión alegre, pero no tiene por qué ser lujosa. Sin embargo, creo que debe ser decorativo. Honras el acontecimiento y honras a los trabajadores, a tus compañeros.

CREA ESTACIONES

Yo tengo una estación para la carne y otra para la masa. Algunas personas aprenderán a embarrar (extender la masa), otras aprenderán a doblar y atar, si no lo saben ya. Sólo una persona debe ser responsable de poner los tamales en la olla -es un arte- y debe ser alguien con experiencia en el trabajo, normalmente una de las matriarcas o ancianas. Como anfitriona, mi trabajo consiste en asegurarme de que todo va sobre ruedas. Soy el director de orquesta.

PARA QUE LOS TAMALES SEAN BUENOS, EL CHISME TIENE QUE ESTAR CALIENTE

Hay que contar historias, cotillear, reír y llorar. Es el momento de rememorar, de pensar en la última vez que se reunieron y degustaron estos sabores. Sientes una conexión con el pasado, con tu familia y quizás incluso con antepasados que ni siquiera conocías.

PRUEBA DE SABOR

Cuando se cree que los tamales están listos, normalmente la matriarca saca uno del centro y de un lado. Todo el mundo deja de hacer lo que está haciendo, se abre el precioso tamal y se deja que su olor impregne la habitación. Yo suelo probar el primero, es parte del ritual. El que sabe más, es el juez. ¿Necesitas ajustar algo? Es el momento de añadir más condimentos a la masa o a los rellenos, y luego vuelta al trabajo.

LA ALEGRÍA TIENE QUE SER PARTE DE ESTE

Recuerda que el ingrediente principal de una tamalada es la diversión. ¿Por qué no desarrollar tu propia tradición y hacerla única para tu tamalada? Por ejemplo, todos tienen que contar un chiste, compartir un recuerdo, hablar de una especia que odian o tocar una canción determinada cada año. Haz reír o llorar a la gente y haz que tu tradición merezca la pena repetirse. Sólo se asiste a una tamalada una vez al año, ¡así que es especial! Haz que sea agradable. Al fin y al cabo, quieres que la gente vuelva año tras año.