Hay algunas recetas tradicionales mexicanas que encarnan a la perfección el concepto de "más es más". Ejem, te estamos mirando a ti, mole. Sin embargo, las carnitas no son una de ellas. 

La carne de cerdo es deliciosa. Puedes dejar de leer aquí si no estás de acuerdo. Y por lo tanto, la carne de cerdo cocinada a fuego lento en nada más que su propia grasa va a ser exponencialmente más deliciosa. Hemos probado recetas en las que hay que añadir Coca-Cola, zumo de naranja, ajo, leche condensada y misteriosas mezclas de especias. Pero resulta que si sólo tienes carne de cerdo de buena calidad y un poco de paciencia, tendrás unas carnitas estupendas. Y si eres un amante de los tacos, sabrás que quizá sean igual de importantes la tortilla y la salsa. Nos encanta una tortilla hecha de maíz blanco como el Olotillo o algo como el Mushito Amarillo, cultivado en Michoacán, el hogar de las carnitas. Acompáñala con una guarnición de chiles en vinagre, guacamole, chicharrón, salsita, cilantro y cebolla, y ya estás.